lunes, 4 de abril de 2011

WTF

Seriously, W-T-F.

No puedo dejar de repetirme eso después de revisitar este espacio y reflexionar sobre el abandono en el que lo he tenido. Al contrario de lo que había advertido cuando empecé este blog, no lo terminé borrando; sin embargo, lo dejé en un completo abandono acompañado de no pocos remordimientos. Sí, remordimientos, porque siento que cada vez que dejo de escribir me abandono a mí misma, y si sigo ese tren de pensamiento llego muy rápido a la conclusión de que me he abandonado a mí misma en por lo menos los últimos dos años.

-self-dialogue in English starts here-

No sólo abandoné mis actividades creativas; lo abandoné todo. Todo menos las actividades académicas. Ser "la buena estudiante" me define, algo de lo que estaba orgullosa hasta hace poco. Not only did I give up my creative endeavors, I also gave up anything that wasn't related to academics; this made happy enough and proud until recently. Don't get me wrong, I'm still proud of it. But, is it really all I want to be? Is being happy enough actually enough? Do I want to be that girl whose classmates know because she answers all the questions but that has never had a conversation with them? What else can I be? What else should I be?

I know many people -I want to note that I almost wrote "I have many friends", but I do not like using the term carelessly, and the truth is that I have only a few friends- who would tell me I shouldn't be anything, that I just have to be. Others would tell me that I, in fact, could be anything. What does it all mean?

On a daily basis some people try to be something and fail at it; these people may feel fulfilled just by the fact they are trying or frustrated by their failure at being who they wish they were. Others just are; from my point of view, people who are happy by just being are the rarest and most fortunate in this world; those who are and are not fulfilled by their being, can be some of the most miserable individuals. Where do I fit in all this? The scary thing is that I feel like I don't. I think I stopped being and I stopped trying to be. I feel as though I just exist; no soy, no intento ser.

I am ambitious; there are so many things I want to be, learn, and have. But there are so many other things, baggage, holding me back, keeping me in an unconscious existence filled of banal days. How many years have I wasted? Will I waste any more?

I need to get back to writing, but not all this self-pitying crap. I need to get back to writing what's really inside, in those places I don't want to see or reach; those things don't come out well in writings like this one. Perhaps after I revisit those dark and dusty places I'll be able to start being again, I'll get back my motivation to try to be, I'll stop letting life pass me by.

Maldita sea, cómo llegué a la nada?





-AC

martes, 31 de agosto de 2010

Nuevos comienzos

El inicio de cada año académico significa un nuevo comienzo para mí; nuevas clases, nuevas oportunidades de aprendizaje, de conocer gente, de reinventarme, y de mejorar mi estilo de vida. Comenzaré clases de nuevo el miércoles de la semana que viene, lo que significa que mi regreso a Boston está muy cerca (el próximo domingo, para ser precisa) y que estoy ansiosa por esta oportunidad de comenzar de nuevo.


Este año espero poder volver adaptarme a estudiar sin contratiempos (dado que por mi pasantía no he visto clases desde el otoño pasado), continuar con el estilo de vida vegetariano que comencé a principios de Agosto, hacer que mi práctica de yoga sea más constante (sin importar el frío o la nieve que deba atravesar para llegar a ella) y conseguir una nueva pasantía que me proporcione mayores retos y más oportunidades de aprendizaje. 


La pasantía que hice de febrero a junio realmente cambió mi perspectiva con respecto al mundo profesional. Entré en la oficina pensando que trabajar en una compañía era seguir órdenes, hablar nada más de trabajo, y dedicar 8 horas de tu día a mirar la pantalla de una computadora (en mi caso de dos pues trabajaba con una Mac y una PC). Sin embargo, esta experiencia me enseñó que así como el trabajo se convierte en una parte importante de tu vida, las actividades que pertenecen a tu vida cotidiana también son importantes en el ambiente laboral. En mi compañía tuve la oportunidad de conocer un grandioso grupo de personas que me enseñaron sobre el respeto profesional, el trabajo en equipo, y lo que significa estar en un ambiente laboral eficiente y contribuir a él. Algunas de las personas que conocí en esta compañía seguirán formando parte de mi vida dado que nos aprendimos a valorar mutuamente no sólo como colegas, sino como seres humanos, y me siento muy afortunada por ello. Estoy lista para trabajar en una nueva compañía y aprender más sobre otras personas y la carrera que estoy estudiando.


Hace mucho tiempo escribí por primera vez sobre mis deseos de cambiarme a una dieta vegetariana. A pesar de haberlo pensado mucho y haberme informado al respecto, realmente no tenía un motivo al cual acudir en momentos de duda en cuanto a mi propósito. Sin embargo, esto cambió durante las vacaciones, pues mientras veía un programa en Food Network observé cómo le quitaban sus entrañas a un pescado para hacerlo comestible. No sólo me pareció desagradable la imagen, sino que ésta me hizo pensar en cómo era posible que yo pudiera alimentar mi cuerpo con partes de algo que en algún momento estuvo vivo y tuvo contacto con huesos/cartílago, sangre, órganos, etc. No sólo me pareció cruel desde el punto de vista animal, sino incomprensible desde el punto de vista de alguien que respeta a su cuerpo. Por eso decidí comprometerme a tener una dieta vegetariana, y cada vez que tengo una duda al respecto recuerdo la imagen de ese pescado cuyas entrañas fueron extraídas. Me emociona volver a Boston porque obviamente es un sitio mucho más amistoso para las dietas vegetarianas, dada la variedad de opciones libres de animales que hay tanto en restaurantes como en supermercados.


Por último (last but not least) quiero que mi práctica de yoga se vuelva una parte más imprescindible de mi vida. Durante los meses de marzo, abril y mayo me sentí muy orgullosa de mi constancia en el yoga, y mi cuerpo también me lo agradeció, pues me sentía llena de energía y fortaleza. Lamentablemente me dejé caer en un abismo de indulgencia y dudas de mi capacidad de continuar con un estilo de vida saludable y lo abandoné durante mi último mes en Boston, también dejé que mi asistencia a la práctica se viera influenciada por si una amiga también iba o no. Pero me he dado cuenta de que esto es algo que tengo que hacer por mí misma, que mi práctica de yoga es algo que me pertenece y que valoro, y que por lo tanto debo protegerla. Este semestre las cosas se harán algo difíciles porque el frío, la nieve y la lluvia comenzarán a sabotear mi determinación pero lo importante es no abandonarlo todo sólo porque en una que otra ocasión no logre mi objetivo.


El otoño me aguarda y no puedo esperar a ver lo que la caída de las hojas tiene preparado para mí.


-AC

lunes, 19 de julio de 2010

Uno de mis nuevos poemas favoritos


Crece como un árbol
detrás de mi frente
con hojas rojas, ¡deslumbrantes hojas, azules, blancas!
Un árbol
que aún tiembla en el viento.

Y voy a aplastar
tu casa, y nada
me será ajeno,
ni siquiera
lo humano. 

Como un árbol desde dentro
rompe hacia fuera
y aplasta
el cráneo.

Y luce como un farol en el bosque
dentro de la oscuridad.

Göran Sonnevi


Este poema es el epígrafe de la novela "Aurora Boreal" de Åsa Larsson. Recomiendo leer este libro a aquellos interesados en la novela negra sueca (la cual ha sido mi género favorito últimamente). Este poema me impactó tan pronto lo leí, desearía haberlo escrito yo (envidia, jaja); ahora está en mi lista de poemas favoritos junto con "Un Arte" de Elizabeth Bishop.


lunes, 5 de julio de 2010

If I were to curate a 19th century art exhibition it would be...

The Modern Woman: Sexualization by the Male Gaze
During the 19th century the views depicted in painting were those of the male gaze, not only because most of the painters were men, but also because most of the works depicted male mythical and historical figures, or heroified contemporary men. The purpose of representing women in painting was to support the actions of the male protagonists, or to construct the private/female sphere that separated women from the public one that men were entitled to.
However, during the second half of the 19th century the ideal of beauty changed from male to female, and the way women were represented was revolutionized by a new kind of female nude that was remarkably different from the idealized Salon nude. The paintings presented in this exhibition do not depict women as porcelain-finished mother or allegorical figures; these paintings are rawer representations of the nude modern woman as perceived by the objectifying and sexualizing male gaze.


Jean-Auguste-Dominique Ingres, The Turkish Bath, 1862
This painting depicts a group harem scene in which Ingres combines the figure of the nude with an Oriental theme. The main element of eroticism in the painting focuses on the two women caressing each other; also, the black woman in this work is a characterization of the stereotype of savage sexuality attributed to the people of color at the time. The proportions and angles of the women’s body shapes are not realistic representations of the human anatomy, which indicates the dreading of the importance of anatomy in painting by Ingres in the last stages of his career.




Edouard Manet, Olympia, 1863
Olympia was harshly criticized when it was exhibited in the 1865 Salon because in it Manet rejected the defined ideas about sex and gender by depicting a woman’s satisfaction with her sexuality. Not only did his approach of the female nude reject the academic standards of beauty, but also his unpolished, evident, rough brushwork. Olympia’s confrontational look, in defiance to the male gaze, does not allow the viewers to scrutinize her nude figure at ease; during the 19th century, in response to this, the audiences stereotyped her sexuality as animal, as much as that of the black woman next to her.



Gustave Courbet, Sleep, 1866
The banning from public display of this work only served to increase Courbet’s notoriety. In this painting, the artist demonstrated the level of skill of a masterful painter in the polished contours and surface of the lesbian lovers he depicted. The depiction of lesbianism implies a woman’s self-exploration of her body through another woman’s body, which is a striking sign of women’s possession of sexuality; the ability of two women to possess the other’s body emphasizes their ability to possess their own.



Jean-Léon Gérôme, Moorish Bath, 1870
This work represents the quintessential Orientalist painting with an academic approach; the anatomy depicted in this painting refers to that in The Turkish Bath (1862) by Jean-Auguste Dominique Ingres, however, the proportioned and defined shapes follow the academic and naturalistic standards of painting that there were at the time. The erotic nature of this painting is caused by the positioning of an Occidental-looking nude woman next to a bare-breasted black woman in such intimate setting.




Paul Gauguin, Manau Tupapao (The Spirit of the Dead Watching), 1892
Gauguin depicts a young native woman he met during his stay in Tahiti, whom he recognized as Tehura, and a black figure in profile wearing a black robe; this is done with an expressive use of color that is not necessarily related to nature. In his Tahitian diary Noa Noa, Gauguin sexualizes Tehura’s “lovely” expression of fear and uncertainty at the moment of their encounter. Both the description and the depiction of this encounter portray the native woman’s emotional and irrational nature, and the appeal of her unawareness of her sexuality, which characterize the stereotypes of “primitivism” and misogyny that there were at the time.

-AC



jueves, 7 de enero de 2010

The Creation of Eve por William Blake

Tuve la oportunidad de ver esta acuarela de William Blake en el MFA, perteneciente a su colección de ilustraciones para "Paradise Lost" de John Milton. No sé por qué me conmovió tanto; todavía cuando la recuerdo o veo la imagen en mi pantalla me causa una sensación extraña.


Food, Inc.

      Esta tarde vi un documental llamado "Food, Inc.", dirigido por Robert Kenner, y quedé con ganas de hacer una huelga de hambre pero terminé yendo a mi restaurante tailandés favorito y comiendo lo mismo que siempre como: gyozas que tienen cochino y pollo y "drunken noodles" con pollo (sí, sí, es terrible como los extremos me definen). No puedo creer que fui capaz de comer esto después de ver el maltrato al que son sometidos estos animales y las condiciones insalubres en las que viven antes de llegar tan bonitos y apetitosos a nuestro plato.

      Hace unos meses intenté comenzar una dieta vegetariana, para ser sincera simplemente por seguir las tendencias de la mayoría de las personas con quienes me juntaba. Luego pasé toda la pena con ese grupo gracias a los efectos del alcohol que me indujeron a darle entender a alguien que realmente no me gustaba que sí me gustaba y a decirle no sé cuántas cosas a otras personas que me atraían o habían atraído, así no volví a pasar tiempo con ellos y dejé de ser "vegetariana". Para colmo, la dieta vegetariana lo que me dejó fue un montón de kilos de más porque a falta de carnes me llené de carbohidratos simples; aún conservo estos kilos y aunque una de mis metas para este año es adelgazarlos for good (porque ya los había adelgazado en el verano pero los volví a ganar) la soledad y el frío tienen efectos devastadores en mi dieta dado que lo único que me provoca es ir a Starbucks a leer (y por ende consumir cualquier cosa que tengan ahí) o quedarme en mi cuarto y ordenar comida del susodicho restaurante tailandés.

      Pero volviendo a lo del documental, realmente después de verlo me sentí terrible ante el prospecto de comer carne de nuevo (estoy pensando en el pollo del restaurante y la culpa me hace querer vomitar >_˂). En realidad me gustaría tratar de tener una dieta vegetariana, no por la gente que me rodea (que no son vegetarianos en su mayoría ahora) sino por las consecuencias que la indiscriminada producción y consumo de carne tienen para el ambiente y nuestra salud. La verdad es que el documental me dejó toda paranóica con respecto a cualquier comida no-orgánica producida en los Estados Unidos, y tomando en cuenta el que no tengo cocina, no me queda más que depender de los comedores de la universidad que estoy 100% segura no sirven comida orgánica. 

      Sin embargo, creo que el eliminar las carnes de mi dieta debería tener algún impacto en mi paranoia y condición física siempre y cuando no acuda a las bondades de Starbucks cada vez que tengo hambre y comience a hacer ejercicio. Debería tratar de retomar el yoga, no puede ser que lo haya practicado desde los 14 con tanta asiduidad -y modestia aparte, talento- y que lo haya abandonado así desde que me mudé a Boston. En el futuro cercano escribiré sobre cómo me siento con respecto a esta experiencia catártica ambiental y física y si los kilos se han ido por la borda.